Un zorro que no encuentra las escaleras para bajar de la torre, un saltalejos y un saltaalto que siempre discuten, un osito de peluche que consigue que el balancín se mueva, una liebre de grandes orejas que salvará a sus compañeras, un gato al que le encanta el flan, una vaca que se cansó de comer hierba o una mariposa con miedo a volar, son los habitantes de estas ventisiete historias llenas de ternura que consiguen hacernos sonreír.
27
HISTORIAS
PARA TOMAR LA
SOPA
Ursula Wölfel.
Ilustraciones de Bernasconi
Kalandraka
Ésta es la historia del árbol de los niños.
Era una vez una niña que tenía un globo y el viento se lo arrancó de las manos.
"¡Para, para!" gritó la niña. Y el globo se le enganchó en un árbol. La niña se subió a un banco, del banco pasó al árbol y cogió el globo con las dos manos.
"¡Baja!" , le gritaron los otros niños. Pero la niña respondió: "No puedo bajar, porque tengo que agarrar el globo".
Un niño se subió a un árbol.
"¡Baja!" le gritaron los otros niños. Pero él les respondió:
"No puedo. Tengo que sujetar a la niña y la niña tiene que sujetar el globo".
Después se subió otra niña.
"¡Baja!", volvieron a gritar los otros niños. Pero ella les dijo: "No puedo. Tengo que sujetar al niño y el niño tiene que sujetar a la niña y la niña tiene que agarrar el globo".
Entonces otro niño se subió al árbol, cogió el globo y todos los niños pudieron bajarse del árbol.
Esta es una de las 27 historias que tiene este libro para tomar la sopa, o si lo preferís en este tiempo ya, para tomar la ensalada.
Surgieron de la necesidad de una madre que tenía un hijo que no quería tomarse la sopa, ella la removió y cuando aún así se negó a tomarla, ella empezó a contarle un cuento, y después otro, y otro, y otro...
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