Antes de comenzar la sesión de narración de cuentos, intercambió impresiones con los miembros del equipo directivo y firmó su libro de "Cuentos populares de la madre Muerte" a Carmela, alumna de 3º. A Carmela y a su madre es un libro que les está gustando y ahora lo están leyendo juntas por las noches.
Ángela, Lola, Ana Cristina y Concha |
Ángela, Lola y Ana Cristina |
Lola con Ana C. Herreros |
Ana C. Herreros, Carmela y su madre |
Ángela,
jefe de estudios del centro, inició el acto con las siguientes
palabras:
-“Estamos
muy contentos de poder compartir todos juntos esta tarde.
En
nombre de toda la Comunidad Educativa del CEIP Alba Plata quiero
darte la bienvenida a nuestra escuela. Estamos ilusionados y
expectantes de escucharte, porque junto con nuestros niños y niñas
hemos investigado sobre tus libros y hemos compartido momentos
mágicos leyendo y escuchando esos cuentos que durante años has
recopilado para deleite nuestro.
Ángela da la bienvenida a Ana Cristina Herreros |
Como
sabéis dentro de nuestro proyecto de biblioteca escolar de la que
emerge el plan lector, escritor y de acceso a la información, cada
curso realizamos el proyecto “Queridos Autores”. En él
estudiamos la obra de un autor de lengua inglesa y otro de lengua
española y al finalizar el proyecto los alumnos/as exponen a todos
los compañeros/as todo lo que han aprendido. Y tú Ana Cristina eres
ahora nuestra “Querida Autora”.
Nuestros
alumnos y alumnas te presentarían mucho mejor que yo, porque para
ellos ya te has convertido en parte de sus vivencias escolares como
podrás comprobar mañana, pero permíteme decir solo unos apuntes
sobre ti:
Ana
Cristina Herreros, es filóloga y especialista en Literatura
Tradicional, compagina su trabajo como editora con su oficio de
narradora (con el nombre de Ana Griott). Ha publicado en Siruela:
“Cuentos populares del Mediterráneo”, “Geografía
mágica”,“Libro de monstruos españoles”, “Libro de brujas
españolas”, “25 cuentos populares de miedo” “Cuentos de la
madre Muerte” y “La asombrosa y verdadera historia de un ratón
llamado Pérez”.
Ana
Cristina, tú, te presentarías así:
“Nací
en León y mi abuela callaba cuentos. Así que pronto aprendí a
escuchar el silencio y a querer a los que no tienen voz. Tanto que me
puse, años después y ya emigrante en Madrid, a hacer una tesis
doctoral sobre la literatura de los que ni escriben ni leen. Y así,
investigando en la tradición oral, fui a dar con los cuentos y
empecé a contar. Y desde hace casi veinte años no callo. Después
la voz se me hizo letra y comencé a escribir”.
Bienvenida,
esta es tu casa.
Welcome
this is your home.
Después de darnos las gracias, Ana Cristina, nos dijo que la profesión de narradora como la de los músicos y otros artistas del directo, la hace sentirse
privilegiada. Sus trabajos, en un momento en el que todo se copia,
son obras de arte irrepetibles. Lo que sucede mientras cuenta sus
cuentos, sucede con quienes estamos con ella en el momento presente,
y éste es único.
Aprendió muy pronto del "al-hakawati" de los narradores sirios, que esto de contar cuentos es para vivir. Utilizó esa técnica en una Residencia Geriátrica y ningún anciano se moría. -Nadie se quiere morir sin saber como acaba un cuento -nos decía.
Sus libros salen, de lo que le cuenta la gente y de la Biblioteca Nacional. De hecho, paró la edición del libro "Cuentos populares de la madre Muerte", para incluir un cuento que le contaron en Tetuán.
Aprendió muy pronto del "al-hakawati" de los narradores sirios, que esto de contar cuentos es para vivir. Utilizó esa técnica en una Residencia Geriátrica y ningún anciano se moría. -Nadie se quiere morir sin saber como acaba un cuento -nos decía.
Sus libros salen, de lo que le cuenta la gente y de la Biblioteca Nacional. De hecho, paró la edición del libro "Cuentos populares de la madre Muerte", para incluir un cuento que le contaron en Tetuán.
Con el ritual de las mujeres palestinas "¿A dormir o a contar?" nos contó el cuento de "La hígada". Del "filandon de casadas", un cuento de “fiada”.
Con
la técnica "del orden alfabético" nos contó un cuento marroquí de
tradición oral que procede del cuento popular extremeño “La niña
que riega las albahacas”. Los asistentes actuamos de pueblo, por
eso de ser un cuento popular, diciendo la palabra o palabras que
convenían al relato, teniendo en cuenta que debían ser palabras
castellanas que proceden del árabe.
En el “Maratón de cuentos de Guadalajara”, que se celebra el próximo fin de semana y al que estamos todos-as invitados-as, conoció un hojalatero, que se hizo hojalatero para poder dedicarse a contar cuentos y hacer aquello que hacía su abuela cuando le contaba cuentos. Murió hace dos años, pero la magia de la palabra permite que los narradores puedan seguir contando aquellos que los que ya no están no pueden contar. Se trata de un cuento popular, de las tierras altas escocesas que ella ha adaptado a Madrid.
Ya estábamos a punto de terminar la sesión, cuando Ana Griott, nos contó “El mensaje de la liebre” del libro “Cuentos populares de la madre Muerte”. Un cuento bosquimano de la tradición Xam. Los bosquimanos de la tradición Xam, ya no existen porque cometieron la torpeza de vivir en un lugar donde había diamantes. Quedó uno, que estaba en la cárcel y cuando este hombre salio la irlandesa, Lucy Lloid, lo tomó a su servicio como jardinero y de esa forma pudo recopilar todos los cuentos de la tradición oral de los bosquimanos Xam.
El tiempo pasó volando, de la misma manera que ella es capaz de hacer volar las palabras. Nos llevó a sentir: alegría, al no querer morirte porque tienes que conocer el final del cuento, miedo, cuando el novio extiende su mano para tocar a su amor o tristeza, cuando nos dimos cuenta que había terminado el tiempo mágico en el que ella nos había envuelto.
Ana Griott, nos hemos alegrado conocerte y ahora te quedas con nosotros-as como “Qerida Autora” y como la persona que, sin estar a la luz del candil, nos encandiló con tus cuentos y forma de contar.
En el “Maratón de cuentos de Guadalajara”, que se celebra el próximo fin de semana y al que estamos todos-as invitados-as, conoció un hojalatero, que se hizo hojalatero para poder dedicarse a contar cuentos y hacer aquello que hacía su abuela cuando le contaba cuentos. Murió hace dos años, pero la magia de la palabra permite que los narradores puedan seguir contando aquellos que los que ya no están no pueden contar. Se trata de un cuento popular, de las tierras altas escocesas que ella ha adaptado a Madrid.
Ya estábamos a punto de terminar la sesión, cuando Ana Griott, nos contó “El mensaje de la liebre” del libro “Cuentos populares de la madre Muerte”. Un cuento bosquimano de la tradición Xam. Los bosquimanos de la tradición Xam, ya no existen porque cometieron la torpeza de vivir en un lugar donde había diamantes. Quedó uno, que estaba en la cárcel y cuando este hombre salio la irlandesa, Lucy Lloid, lo tomó a su servicio como jardinero y de esa forma pudo recopilar todos los cuentos de la tradición oral de los bosquimanos Xam.
El tiempo pasó volando, de la misma manera que ella es capaz de hacer volar las palabras. Nos llevó a sentir: alegría, al no querer morirte porque tienes que conocer el final del cuento, miedo, cuando el novio extiende su mano para tocar a su amor o tristeza, cuando nos dimos cuenta que había terminado el tiempo mágico en el que ella nos había envuelto.
Ana Griott, nos hemos alegrado conocerte y ahora te quedas con nosotros-as como “Qerida Autora” y como la persona que, sin estar a la luz del candil, nos encandiló con tus cuentos y forma de contar.