jueves, 13 de octubre de 2011

De Lady Book a Mariví


Entramos en la biblioteca buscando a Mariví, y encontramos a Lady Book viendo qué vestido ponerse para la ocasión. Parecía el conejo de Alicia en el país de las maravillas mirando su reloj y diciéndo:It is late, it is late, it is very very late”; ella solo alcanzaba a decir:“red, no red no. Blue, no, it is not apropiado” con ese acento suyo tan British; y mezclando el vocabulario inglés y español; como solo ella sabe hacerlo.








Gruffalo estaba con ella con su perspicacia habitual, Elmer iba superelegante con su frac de cuadros de colores vivos y alegres, y quitando hierro a la preocupación de Lady Book y gastándole alguna que otra broma.
Por su parte el topo, aprovechando que estábamos allí nos interrogó sobre aquello que tenía en su cabeza, y que no era precisamente un sombrero.
Fredrik dijo que él no necesitaba ir vestido a la fiesta, que era un poeta, y su sola presencia alegraría la fiesta. La mamá Matriuska, triuska, uska y su pequeño Ka, iban marcialmente en la cabalgata de personajes mas felices que nunca. Estábamos todos sorprendidos y admirados con la algarabía del lugar, nadie tenía tiempo de contarnos qué estaba ocurriendo o qué iba a ocurrir.
Chocolata y los Chivos con sus chivones se nos acercaron y nos recriminaron muy enfadados "que no veníamos convenientemente vestidos, qué dónde íbamos; que esa ropa que llevábamos era de trabajo, que una fiesta es otra cosa", iban murmurando mientras se alejaban de nosotros.
Cada vez era mayor nuestra sorpresa. De pronto, se acercó volando, como sólo ella sabe, Pétala, con su original forma de vestir, y acompañada para la ocasión, del dragón de la casa de la lluvia. Sí, él, su mayor enemigo se había convertido en su gran amigo, y acompañante para esta ocasión tan importante.
Pero ahí no acaba todo, de forma particular y como ellos solo saben, se unieron al grupo del pez Ferdinando con sus escamas brillantes que daban a la fiesta la luminosidad que quería, junto a él iba Nadarín muy pegadito, ninguno de ellos quería perderse la fiesta.
Los personajes de La casa de mi abuela, Pequeño azul y pequeño
amarillo, Cocodrilo se enamora que tan buenos momentos hicieron pasar a Mariví en jornadas de REBEX o cuando el mismo Pep Bruno estuvo en nuestra biblioteca, no quisieron perderse este desfile de color y música, de palabras y frases, de frases y textos, , toxtos en prosa, verso, textos acompañados de ilustraciones, textos en inglés, y español, pero sin dejar de lado los de lenguas extrañas y otras más cercanas, que también quisieron estar en la fiesta.
De pronto, como una princesa vestida, Lady Book alzó la voz y dijo:
-Solo hoy y por un buen motivo
yo quiero alzar mi voz
y todos los presentes
escuchen por favor.
Tengo algo que decirles
y es de suma importancia
que hoy comience
para con ella dar las gracias a Mariví
porque un día nos sacara a pasear
y a los niños les dejara
leernos con sus mamás
Así salimos más veces
de los libros dónde vivimos,
no queremos despedirnos
sólo es un hasta luego,
pues comience el baile
para todos divertirnos.
El abuelo, tan detallista como siempre, se acercó a Mariví, le regaló una flor, la cogió del brazo y comenzó el baile con ella.
Todos les siguieron, y como en un cuento de hadas a las doce sonó el timbre del recreo y se acabó la fiesta. Cada personaje desapareció dentro de su cuento.

2 comentarios:

  1. Precioso cuento y precioso recorrido a través de las lecturas. ¡Enhorabuena por el buen trabajo que estáis realizando!ESPE

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  2. ¡Qué buenos momentos!!!
    Y qué ilusión!! Nunca pensé que iba a compartir un relato tan bonito con protagonistas tan ilustres.

    Gracias guapas. ;-)
    Besos
    Mariví

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